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In today’s interconnected world, the realms of Information Technology (IT) and Operational Technology (OT) play pivotal roles in shaping the landscape of modern businesses. While both are essential components, their security landscapes differ significantly. In this blog post, we’ll explore the nuances between IT and OT security, shedding light on the unique challenges each domain faces and the strategies to mitigate potential threats.
La seguridad informática se centra principalmente en salvaguardar los datos, las redes y los sistemas que forman la columna vertebral digital de una organización. Esto incluye desde la protección de la información sensible de los clientes hasta garantizar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los datos.
En el ámbito de la seguridad informática, salvaguardar los datos no es sólo una responsabilidad, sino un compromiso para mantener la confianza en la era digital.
A diferencia de la TI, la tecnología operativa implica la gestión de procesos y activos físicos, por lo que es esencial para sectores como la fabricación, la energía y el transporte. La seguridad de la tecnología operativa se encarga de proteger los sistemas que controlan estos procesos críticos.
En el ámbito de la seguridad OT, el énfasis se pone en preservar la seguridad y fiabilidad de los procesos físicos, lo que hace que cada capa de defensa sea crucial para salvaguardar las infraestructuras críticas.
Dado que las TI y las OT protegen aspectos diferentes de la tecnología, surgen varios retos. Presentaremos algunos de ellos, junto con algunas estrategias que pueden ayudar a alcanzar el objetivo de salvar las distancias.
La convergencia de la seguridad de TI y OT no es sólo una necesidad tecnológica, sino un imperativo estratégico para fortificar todo el ecosistema organizativo.
En el cambiante panorama de la ciberseguridad, es primordial comprender las diferencias entre la seguridad de TI y la de OT. Al reconocer los desafíos únicos a los que se enfrenta cada dominio e implementar medidas de seguridad integrales, las organizaciones pueden construir una defensa sólida contra las diversas amenazas que caracterizan a la era digital. La convergencia de la seguridad de TI y OT no sólo mejora la resistencia, sino que también sienta las bases para un futuro seguro e interconectado.